Guiso de lentejas.

Por Elsa Manelphe.

Ese puñado de modestas, nutritivas lentejas que ahora se encuentra en tu mano supo ser uno de los bocados favoritos del Antiguo Egipto, desde donde se importaron a Roma, que las adoptó con fervor. Solían servirse en los banquetes funerarios, después de los entierros, ya que tenían la rara virtud de alegrar a los deprimidos. Las hay negras, rojas, marrones, amarillentas, verdosas. E, incluso, con Denominación de Origen Controlada, como la de Puy, en el Alto Loire francés: su color es verde azulado, y es la elegida de los grandes chefs.

Ingredientes:

• 1 cebolla grande
• 2 zanahorias
• 500 g de lentejas*
• 2 hojas de laurel
• 1 cubito de caldo de carne o de verduras
• 1 chorizo o salchicha parrillera (Opcional)

*Hoy se consiguen lentejas que no requieren remojo. En caso de utilizar las que sí lo necesitan (el envase suele indicarlo), deben remojarse durante toda una noche, y se descarta el agua antes de incorporarlas al guiso.

Procedimiento

• Pelar la cebolla y cortarla en cubitos.
• Pelar las zanahorias –o lavarlas y dejarles la piel, si están lozanas y jóvenes– y cortarlas en rodajas.
• En una cacerola grande colocar las verduras, las lentejas secas, el laurel y el cubito de caldo, y cubrir todo con agua hasta que el líquido sobrepase 1 cm por encima de los sólidos.
• Cocinar sin tapar, a fuego moderado, hasta que el agua se evapore por completo, revolviendo un par de veces durante la cocción.
• En aproximadamente 30 minutos estará listo.
• Si el líquido de la cocción se agota pero las lentejas siguen negándose a tiernizarse, agregar un vaso más de agua y dejar cocinar hasta que se evapore.
• Servirlo con o sin una salchicha parrillera (salteada por 15 minutos en una sartén bien caliente, sin materia grasa y a fuego suave), abundante pan tostado y un buen vino tinto.

Esta receta es cortesía de la editorial V y R Editoras. Avant premiere del libro «Cocinan los hombres», de la chef Elsa Manelphe y la periodista Mariana Fusaro.